24.8.05

Musica para leerse

Algo más de Hierro, que reúne trescientos años del clarinete (aquél de las sonatas de Brahms) en unas cuantas líneas, haciendo una impresionante nueva lectura de la Rapsodia en blue de Gershwin.

(...) El clarinete suena ahora
al otro lado del océano de los años.
Varó en las playas tórridas de los algodonales.
Allí vivió muertes ajenas y vivió desamparos.
Se sometió y sufrió, pero se rebeló.
Por eso canta ahora, desesperanzado y futuro,
con alarido de sirena de ambulancia
o de coche de policía.
Suena hermoso y terrible.


Ya Eusebio Ruvalcaba se encargó este sábado de dárnoslo a conocer, sin dejar de hacer notar la innegable capacidad de Hierro para hacernos sentir emociones que antes no hubiéramos concebido.

Ahora, cada que recuerdo el inicio de la Rapsodia en Blue siento vértigo, me transporto con su canto y tiemblo. Se acabó el otoño para el clarinete, se convirtió en luces nocturnas y anécdotas de viajes. Ahora viaja en las naves mercantes, relatando sus días vagabundos con ese tono tan humano que ya nos suena a desenfado y nuevo mundo.

Con eso de que viene el otoño

Pues sí, es mi estación favorita.

Tal vez sea cosa de Brahms o de los tan agradables colores de las hojas; acaso sea este clima lluvioso y mis ventanas salpicadas de gotas frescas. Sólo sé que quiero salir a dar una buena caminata matinal y sentir el vaho que sale de mi boca, contemplar el cielo y sus tonos grises, mientras suspiro y lleno mi ser de esta tranquilidad inerme.

Ahí les va algo de José Hierro (1922-2002), creo que va con el clima.

OTOÑO

Otoño de manos de oro.
Ceniza de oro tus manos dejaron caer al camino.
Ya vuelves a andar por los viejos paisajes desiertos.
Ceñido tu cuerpo por todos los vientos de todos los siglos.

Otoño, de manos de oro:
con el canto del mar retumbando en tu pecho infinito,
sin espigas ni espinas que puedan herir la mañana,
con el alba que moja su cielo en las flores del vino,
para dar alegría al que sabe que vive
de nuevo has venido.
Con el humo y el viento y el canto y la ola temblando,
en tu gran corazón encendido

18.8.05

La isla desierta

Aprovechando la moda con Helguera, los invitaré a que hagamos un ejercicio de prioridades (de los favoritos de este poeta).

La pregunta es ¿qué música te llevarías a una isla desierta?

Otorguemos diez espacios:

(yo comenzaré con la música para instrumento solo)

1. Suites de Bach para violonchelo (la versión de Pablo Casals).
2. Intermezzi Op. 117 de Brahms.
3. Preludios para piano Op. 28 de Chopin (Maurizio Pollini lo hace muy bien).
4. Trois Gymnopédies de Satie (Aldo Ciccolini).
5. Six Gnossiennes de Satie (Ciccolini).
6. Catálogo de aves de Messiaen.
7. Dos libros de Preludios de Debussy.
8. Sonata para piano no. 19 de Schubert (con Wilhelm Kempff).
9. Piezas para piano de Grieg.
10.Sonatas para piano de Beethoven (son 32, no pude evitarlas, menos aún pensando en Kempff como intérprete).

La lista no estuvo tan reñida, las demás sí me van a costar trabajo.

Música de cámara

1. Seis sonatas para violín de Bach (con Yehudi Menuhin)
2. Sonatas para clarinete Op. 120 de Brahms
3. Sexteto de cuerdas no. 1, Op. 18 de Brahms
4. Quinteto para clarinete Op. 115 de Brahms
5. Cuarteto de cuerdas no. 14, Op. 137 de Beethoven
6. Gran fuga, Op. 133 de Beethoven
7. Cuarteto de cuerdas no. 13 'Rosamunda' de Schubert
8. Cuarteto de cuerdas de Debussy
9. Quinteto para piano de Schnittke
10. Cuarteto de cuerdas no. 2 de Schönberg

Dejé a muchos fuera!!!

Creo que exageré con Brahms, me gustaría agregar el quinteto para clarinete de Mozart y más música de cámara de Schubert... por ejemplo, el Quartettsatz, los tantos cuartetos de Haydn o Mozart, las sonatas para chelo de Brahms o las de Beethoven!


Vayamos a los conciertos.

Conciertos

1. Concierto para violín, Op. 77 de Brahms
2. Concierto para piano no. 4 de Beethoven
3. Concierto para clarinete de Weber
4. Concierto para piano, Op. 87 no. 2 de Brahms
5. Concierto para piano no. 3 de Rachmaninov
6. Concierto para viola de Bartók
7. Concierto para piano de Schönberg
8. Concierto para violín de Beethoven
9. Concierto para oboe de Mozart
10. Triple concierto para violín, chelo y piano de Beethoven

Ni modo! demasiado pop!


Sinfonías

1. Tercera sinfonía de Mahler
2. Séptima sinfonía de Mahler
3. Sexta sinfonía de Mahler
4. Séptima sinfonía de Beethoven
5. Octava sinfonía de Shostakovich
6. Primera sinfonía de Brahms
7. Sexta sinfonía de Beethoven
8. Octava sinfonía de Schubert, 'Inconclusa'
9. Sinfonía india de Chávez
10. Cuarta sinfonía de Tchaikovsky

De no ser tan mahleriano hubiera puesto la séptima de Prokofiev, la séptima de Dvorak y alguna de Mozart... Tampoco hubiera podido omitir 'Los Adioses' de Haydn.

A ver... le toca a ustedes.

8.8.05

Postales

Una postal que vale la pena desempolvar, una que no ha visto la luz pública. Es de Luis Ignacio Helguera (1962-2003) y me estremece cada que la recorro.

Postal de Brahms

Esta vecina de mis padres en Chicago
ensaya todas las tardes el Andante un poco Adagio de la segunda sonata para viola de Brahms
mientras piso las hojas rojas y anaranjadas de la Campbell Avenue
¿Por qué le obsesiona ese movimiento como a mí?
(Porque no lo estudia; le obsesiona)
¿Por qué pasan estas cosas, tío?
No toca nada mal la viola, aunque se atora en un pasaje difícil, como yo en la vida
Quisiera tocar el timbre de su departamento
hablar con ella de Brahms, de esa serenidad sublime
y admirar la belleza de su viola y su cabellera
y la expresividad de sus brazos y sus ojos
mientras me ofrece un café o una copa
y hablamos del poder evocativo y las meditaciones otoñales brahmsianas
y del estatismo armónico, extraño y sublime
en el que flota un clarinete de pronto solista sobre el piano en el tercer movimiento del segundo [concierto para piano y orquesta
y la invito a cenar a Belmont
¿Pero qué tal si es una güereja desabrida o una anciana decrépita
o un maricón pelirrojo o un gordo devorador de hamburguesas?
Sólo quedaría sellar una brahmsiana amistad y largarme
¿Por qué pasan estas cosas en la vida, tío?
¿Por qué se pregunta uno por qué, si la vida toda es naturalmente azarosa e indescifrable?
Hace años que me obsesiona la dulzura de ese Andante
Brahms desojaba lentamente en el pentagrama los árboles más bellos
Me invade la melancolía pero no tengo el valor de tocar el timbre
Tal vez esa mujer espera a un brahmsiano que toque su timbre
Tal vez esa mujer sea tan solitaria y triste como yo
Tal vez esa mujer y yo podríamos amarnos, apadrinados por las barbas de Brahms
Tal vez sea la mujer de mi vida y me separen de ella la cordura y la cobardía de un timbre
Después de todo, la melancolía de los acordes
ambienta bien mi soledad
Me quedo con la belleza pura de la música
silbo la melodía y piso las hojas rojas y anaranjadas de la Campbell Avenue
y regreso con mis padres
Qué triste y hermoso y brahmsiano es el otoño en Chicago.


Es triste: este bohemio y ajedrecista nos dejó antes de tiempo. Un recuerdo de él y su obra.