Practico el extremismo musical, si tal cosa existe. La explico. Para tener fe en algo, para creer que lo cura todo o que le da sentido al mundo, hace falta ser una especie de fundamentalista, de otro modo caería en la tibieza. Sería como creer en Dios a medias, y todos sabemos que si tienes grandes dudas de quién puede ser ese señor, entonces no eres de los que cree.
La musica es la unica cosa que me hace pensar que el paso de la raza humana por la tierra ha valido la pena. Como dijo Cioran, hay textos formidables, pero ninguno es absoluto. La musica se contiene a si misma y es autoconsistente.
La ciencia no me produce para nada el mismo efecto. Puede ser portentosa y admirable, pero su comprensión es la que es humana, porque involucra al hombre como descubridor. La ciencia en sí misma es la naturaleza, de la cual formamos parte y hemos descubierto a través del tiempo para explorarla. Nunca podríamos contravenir las máximas de la naturaleza, porque aunque juguemos a manipular la vida y los materiales, no podemos llevarlo más lejos de lo que la termodinámica o el caos permitan.
La tecnología ha transformado al hombre y al mundo, y también es formidable, pero el mundo seguiría funcionando sin ella, la raza humana misma podría subsistir sin ella.
Tal vez pienses que la música también es prescindible, y tal vez lo sea, pero al menos me da la fe que necesito para creer en algo que esté por encima de todos nosotros, en algo finalmente ideal, incorpóreo y espiritual, aspectos que ninguna actividad humana tiene.
Ayer Ruvalcaba mencionó al sonido de los animales, sus voces, las que tocan nuestro ser más profundo, justo por trascender al lenguaje y ser sonido, primigenio, absoluto, universal, pues.
2 comentarios:
ultimamente he intentado abandonar mi postura "naturalista" (ya sabes que nunca tengo las palabras que quiero tener) y tomar la humanista que he despreciado tanto... ya los estoy perdonando, finalmente pueden hacer cosas hermosas y espirituales también, algo que por alguna razón no reconozco pero que siempre he sentido escuchando.
He llegado a pensar que todos necesitamos un misticismo, que es inherente a la mente humana, que lo necesita para funcionar, para darle cauce a la conciencia y a todo eso que no podemos aún entender de nosotros.
Puede ser una tarde en las afueras, puede ser mapas, puede ser ajedrez, puede ser las palabras de Epicteto, que enseñan el desprecio del Oro... es un Proteo más versátil que el de la isla de Pharos (Borges dixit, ni sé por qué me vino a la mente 'orita... cosas de la mente que uno no puede explicar, al fin y al cabo).
;)
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