Dénme una palanca y un lugar dónde pararme y moveré al mundo
Primera variación, casi da capo:
Dénme un buen ligante y un metal ingenioso y moveré al mundo
Me queda claro qué quiso decir nuestro ilustre italiano.
Nada de alquimia, nada de vaticinios guajiros, en el siglo dieciséis este hombre críptico nos decía el futuro de la catálisis.
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